Desde hace unos años, multitud de empresas han comercializado productos de agua con la característica principal de poseer un pH superior a 7, es decir, pH básico o alcalino. Estas aguas, sumado a alimentos "alcalinos", se supone que ayudan a neutralizar el organismo, regulando el pH interno, mejorando el bienestar (?) o previniendo algunos tipos de cáncer.

Primeramente, es importante recordar que el pH es un indicador que mide la cantidad relativa de hidrógeno libre e iones hidroxilo en disoluciones. La escala de pH se encuentra entre 0 y 14. Los líquidos con un pH más cercano a 0 son muy ácidos; mientras que los que poseen más cercano a 14, son muy alcalinos.

El agua pura es neutral y tiene un nivel de pH de 7, o también denominado pH neutro. Sin embargo, las aguas alcalinas comerciales generalmente poseen un pH entre 7 y 9,5.

Uno de los razonamientos principales que utilizan los seguidores de las dietas alcalinas es que las células cancerosas no pueden sobrevivir en un ambiente muy alcalino y que las áreas cercanas a las células cancerosas se acidifican. Esta explicación es, en parte, correcta. Y por tanto, se supone que si aumenta la alcalinidad general del organismo, se podría prevenir el crecimiento de células cancerosas. Sin embargo, lo que muchas veces se obvia, o no se sabe, es que las células no cancerosas tampoco pueden vivir en ambientes muy alcalinos.

El pH de la sangre no se puede modificar con la ingesta de bebidas y alimentos

Se dice que las "dietas detox" o los zumos de limón en ayunas tienen sentido fisiológico, y que ello puede ayudar a realizar una limpieza general de toxinas del organismo. Sin embargo, es todo una burda mentira.

Lo cierto es que no es posible modificar el pH de la sangre con ninguna bebida ni ningún alimento, aunque nos lo intenten vender constantemente a base de publicidad. No puedes modificarlo con un vaso de agua y limón en ayunas, ni con 3 litros de agua con pH 9. No puedes. Va en contra de la fisiología humana.

Generalmente, el pH sanguíneo arterial es ligeramente básico, encontrándose en rangos que van entre 7,35–7,45, y nada puede acidificar o alcalinizar el pH comiendo o bebiendo. Este rango de pH en plasma es determinado por los riñones y los pulmones a través del control del ácido carbónico y el dióxido de carbono, respectivamente. Nuestro organismo posee unos sistemas reguladores que regulan el equilibrio ácido-base en este rango de pH, y producirán por todos los medios que el pH de tu sangre no salga de esos rangos.

El famoso ácido generado en nuestro estómago, denominado ácido clorhídrico, se encarga de descomponer los alimentos y producir la liberación enzimática. Este compuesto posee un pH muy ácido (entre 0,8–2), necesario para descomponer los alimentos, además de generar esterilización por cualquier microorganismo ingerido. Por lo tanto, conforme ingiramos más alimentos o bebidas con pH alcalino (como las aguas con pH 9), más se estimulará la producción de ácido clorhídrico, acidificándose todo, mientras nuestro pH sanguíneo seguirá estando regulado por los sistemas reguladores.

En definitiva, que no sirve para nada lo que bebamos o comamos de cara al pH finalSi bebes grandes dosis de agua alcalina, lo que sucederá es que excretarás orina alcalina, por eso los test de pH de orina no sirven para medir el pH de la sangre. El pH de la orina no es equivalente al pH de la sangre.

Conclusiones

La ciencia no acepta el supuesto efecto beneficioso de la ingesta de aguas alcalinas en nuestra salud. No existe evidencia científica de calidad. Existen estudios donde se afirman que los suplementos alcalinizantes o aguas alcalinas alcalinizan la sangre, pero sería interesante leer el estudio completo, ya que siempre hay un conflicto de interés o financiación por alguna empresa relacionada con el mundo alcalino.

En consulta es frecuente que algunos pacientes antepongan sus ideales y prefieran seguir con el mundo alcalino, pero es deber del profesional dietético aconsejar correctamente que todo este tema es un bulo que ha cogido mucha fuerza.

En definitiva, comprar agua alcalina creyendo que es más beneficiosa para la salud no tiene ningún sentido fisiológico.

José Puya.

Referencias:

  • Fenton TR et al. Systematic review of the association between dietary acid load, alkaline water and cancer. Nutrition and Metabolism. 2016.
  • American Institute for Cancer Research. Cancer and Acid-Base Balance: Busting the Myth. 2008.
  • Fenton TR et al. Causal assessment of dietary acid load and bone disease: a systematic review & meta-analysis applying Hill's epidemiologic criteria for causality. Nutrition Journal. 2011.
  • Fenton TR et al. Low urine pH and acid excretion do not predict bone fractures or the loss of bone mineral density: a prospective cohort study. BMC Musculoskeletal Disorders. 2010.
  • Nelson DL et Cox MM. Lehninger: Principios de Bioquímica 4ª Ed.
  • Ejemplo de estudio financiado por aguas alcalinas: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3161391/

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