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¿Qué aporta al entrenador el hecho de estudiar Nutrición Humana y Dietética?

¿Qué aporta al entrenador el hecho de estudiar Nutrición Humana y Dietética?

Artículo publicado en colaboración con Darío Santana, técnico deportivo, estudiante de nutrición y dietética y autor del blog Fisicología.

En los últimos años, han sido varias las profesiones sanitarias que han experimentado un gran auge en cuanto al acercamiento con la población de a pie se refiere, pero son dos las que, en mi opinión, han sobresalido de forma significativa. Y lo han hecho por la estrecha relación que tiene sobre la salud y la calidad de vida. No son otras que la Dietética/Nutrición y la Actividad/Ejercicio Físico.

Y es que son dos características inherentes al ser humano, tanto por la necesidad de su práctica (hemos de comer de forma regular y movernos continuamente) como por la creciente importancia que tiene para el ciudadano de a pie que se interesa, cada vez más, por su estado de salud y como poder mejorarlo.

La importancia de la sinergia entre la nutrición y el deporte

Entonces, ¿cuál es la importancia del equipo multidisciplinar?

Hay que tener conciencia de que, para ofrecer un buen servicio, trabajar en un equipo multidisciplinar será una valor añadido inequívoco. Juntar las dos profesiones, trabajando en colaboración con otro profesional es una manera de añadir valor al servicio prestado a cada cliente.

En mi opinión, son dos ramas que, claramente, están, y deben estar, interrelacionadas. Una sin la otra no se puede entender y sin una, la efectivad de la otra se reduce de forma considerable.

Centrémonos ahora en el objetivo de este artículo: ¿Qué aporta al profesional de la Actividad y el Ejercicio Físico el hecho de estudiar Nutrición?

En mi opinión, y basándome en lo que he expresado en líneas anteriores, el mayor beneficio es poder ver al cliente/paciente desde una perspectiva global, y no solamente como un ente que se presenta ante nosotros para mejorar su condición física. Nuestro rendimiento deportivo y, por ende, nuestro progreso va a atender a muchos factores que se retroalimentan entre sí, pero sabemos que, de forma indudable, la nutrición es uno de ellos y tener el conocimiento para poder mejorar el rendimiento a través de una pauta dietética óptima es una herramienta de incalculable valor.

Hablamos, en el caso anterior, de sujetos sanos. No cabe duda de que en personas con algún tipo de patología el hecho de tener conocimientos profundos sobre nutrición, fisiopatología y dietoterapia es de vital importancia. Como comentaba antes, mayor conocimiento nos permitirá ver a nuestros clientes/paciente desde un prisma en tres dimensiones, donde todo es relevante.

Es indudable que, si hablamos puramente de resultados atléticos, la aplicación de una correcta nutrición enfocada al objetivo individual va a mejorar este parámetro y, además, a va a permitir a sujetos con una patología concreta afrontar con garantías una sesión de entrenamiento porque su dieta ha sido adaptada a tal efecto y a su caso y necesidades particulares.

¿Cómo obtener mejores resultados?

Como vemos, y por todas las razones antes mencionadas, cada profesión sanitaria tiene ciertas limitaciones a la hora de valorar el estado global de un cliente/paciente y es por ello que toda formación añadida a nuestra disciplina profesional principal va a enriquecer nuestra capacidad tanto de análisis, como de ejecución de planes de acción que mejore la calidad de vida de nuestros asesorados guiándolos hacia sus objetivos de una manera segura, pero eficaz.

Por todas estas razones, tanto el profesional de la Actividad/Ejercicio Físico tiene limitaciones a la hora de dar consejo dietético como las tiene un Dietista/Nutricionista cuando pretende dar nociones sobre entrenamiento. Como vemos, son dos profesiones hermanas e inseparables.

No estoy diciendo con todo esto que exista una obligatoriedad de cursar ambas titulaciones superiores, pero siempre será más enriquecedor para un profesional de una rama sanitaria realizar formaciones periódicas y reciclajes en otros ámbitos que competen al global de sus actividades ya que, como no he dejado de repetir, mejorará nuestra capacidad de análisis de la situación global de aquella persona que decida ponerse en nuestras manos.

A día de hoy existen estudios de postgrado, máster y entidades formativas en salud que ofrecen una gran cantidad de material de estudio y titulaciones de alta calidad a disposición de todo profesional sanitario, con lo que uno de los mensajes finales siempre será que un buen profesional es aquel que no deja de actualizarse durante toda su carrera. El mejor beneficiado de este hecho será siempre el profesional en cuestión, que tendrá una opinión crítica mejor construida, capacidad de análisis de la metodología usada en la bibliografía científica y, por consiguiente, mejores armas para dar un mejor servicio. En segundo lugar, y de forma evidente, quien más se beneficia de esto es el cliente/paciente, quien recibirá una mejor, más detallada y actualizada atención sanitaria.

Es importante recalcar que, cuando hablo de profesiones sanitarias, incluyo al Entrenador/Profesional de la Actividad/Ejercicio Físico en esta categoría, haciéndolo extensible, por supuesto al resto de profesiones asociadas a esta rama, como lo son la psicología, fisioterapia, medicina, enfermería, farmacia y la ya mencionada Dietética/Nutrición.

¿Qué podemos esperar de ambos mundos?

El profesional de la Actividad/Ejercicio Físico será aquel que guíe al cliente/paciente en el objetivo de mejorar su salud, calidad de vida a través de la actividad física, así como a la consecución de sus objetivos atléticos o marcas deportivas en el caso de profesionales de élite o competidores.

El Dietista/Nutricionista orientará al cliente/paciente en la mejor pauta dietética que se ajuste a sus objetivos, preferencias y circunstancias socio-económicas que mejore tanto su salud como en la guía hacia el aprendizaje a tomar mejores decisiones dietéticas y el logro de sus objetivos.

¿Qué esperar de un profesional que tenga conocimientos en ambas ramas?

Pues justamente lo que he comentado: la visión global de un paciente desde un prisma dietético en combinación con el entrenamiento que logre la consecución de los objetivos de forma eficaz. Todo ello sin olvidar, por supuesto, la participación de todo el espectro de las profesiones sanitarias dentro del marco que les corresponda a cada uno.

Por todo ello, el conocimiento debería ser multidisciplinar, centrado en un único profesional con formación en diferentes ramas o en la guía de un equipo de profesionales que, juntos, colaboren en sinergia o derivando responsabilidades a otros compañeros para lograr una atención de calidad y personalizada.

Ese, en mi opinión, debería ser el enfoque principal y que tendría, sin lugar a dudas, mejores resultados.

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